УДК 94(460) Е. О. Гранцева
кандидат исторических наук, ст. научный сотрудник Института всеобщей истории РАН; e-mail: [email protected]
СОЦИОКУЛЬТУРНАЯ ЭВОЛЮЦИЯ 1980-х гг. В ИСПАНИИ И СССР (сравнительный анализ)
Неотъемлемой частью политического перехода от франкизма к демократии в Испании и эпохи перестройки в СССР явилась активизация социокультурной сферы. Ментальные трансформации испанского и советского общества, сопровождавшие приход нового исторического этапа, позволяют выделить как сходство, так и различие активизации культурных процессов в момент смены социокультурной парадигмы.
Ключевые слова: история; компаративистика; культура; искусство; Испания; СССР; мовида; перестройка; переходный период, авангард; постмодернизм; общество; трансформация.
Grantseva Е. О.
Ph. D., Senior research fellow, Institut of World History, Russian Academy of Sciences; e-mail: [email protected]
SOCIOCULTURAL EVOLUTION IN THE 1980S IN SPAIN AND IN THE USSR (COMPARATIVE ANALYSIS)
Sociocultural evolution was the essential part of the political transition to democracy both in post-Franco Spain and in the USSR during the perestroika. Booming underground art scene in the 1980s in both countries heralded the shift in the political and cultural paradigm - with Leningrad avant-garde and La Movida Madrina being among the most vivid examples.
Key words: history; comparativistics; culture; art; Spain; USSR; movida; perestroika; Spanish transition to democracy; avant-garde; postmodernism; society; transformation.
Grantseva Е. О.
Doctora de Historia, investigadora cienMica, Instituto de Historia Universal de Academia de Ciencias de Rusia; e-mail: [email protected]
LA EVOLUCIÓN SOCIOCULTURAL DE LOS AÑOS 1980 EN ESPAÑA Y EN LA URSS (ANALISIS COMPARATIVO)
La activación de la esfera sociocultural constituyó la parte integral de la transición política del franquismo a la democracia en España y de la perestroika en la Unión Soviética. Las transformaciones mentales de la sociedad española
y soviética que acompañaban el comienzo de la nueva época histórica permiten resaltar tanto la similitud como la singularidad de la activación de los procesos culturales en el momento del cambio del paradigma sociocultural.
Palabras clave, historia; estudios comparativos; cultura; arte; España; la URSS; movida; perestroika; transición; vanguardia; posmodernismo; sociedad; transformación.
La transición política del franquismo a la democracia en España en el ámbito sociocultural iba acompañada de un fenómeno similar en su sentido - la movida. Este término se usa para designar un fenómeno cultural típico para España a finales de los 1970 hasta los principios de los 1980. La movida surgió en Madrid y paulatinamente conquistó las ciudades de todo el país. Siendo un fuerte fenómeno cultural, la movida se reflejó en el arte visual y plástico, en la música y literatura. Siendo un fenómeno social, la movida creó un estilo de vida y una nueva forma de pensar. Igual que España en los 1970, la URSS en los 1980 entraba en el camino de una compleja y dolorosa superación de la herencia del pasado. Las transformaciones mentales de la sociedad española y rusa que acompañaban el comienzo de una nueva época histórica permiten resaltar tanto la similitud como la singularidad de la activación de los procesos culturales en el momento del cambio del paradigma sociocultural.
No sólo el aspecto temporal definía el vínculo entre la renovación política y cultural en España: ambas eran frutos de profundas transformaciones en la vida de la sociedad española. España y los españoles cambiaron radicalmente en la última década del franquismo. Ya a finales de los 1950 se puede encontrar las premisas del complejo proceso de la evolución y el aflojamiento del régimen franquista. Este proceso tocó no sólo el fundamento de la estructura política, económica y social de la sociedad española. El desarrollo económico y los correspondientes cambios sociales transformaron la vida cotidiana y dejaron una huella profunda en el ámbito cultural. En los 1960, después de que el régimen hubiera entrado en el camino de la liberalización de la política exterior y el aflojamiento de la censura, la sociedad y la cultura estaban paulatinamente superando la isolación creando una base para el nuevo modo de pensar. El estilo de vida de Europa y América tenía cada vez más influencia en España. La nueva generación trataba de borrar las diferencias y unificarse con los europeos. Los españoles sintieron el aire de la libertad, la libertad democrática, la libertad sin convencionalismos y prejuicios.
Si nos dirigimos al período antes del comienzo de perestroika en la URSS, podemos notar algunas tendencias parecidas en su sentido pero
mucho menos intensas. A pesar de un ambiguo (oficial y inconformista) estado de la cultura y la confrontación de los dos, se nota claramente la marginalización del underground soviético que tiene, de hecho, el estatus de una cultura clandestina, y el rol dominante de la oposición cultural en España que está poco a poco marginalizando al contexto cultural profranquista. En la sociedad soviética entre los años 1970-1980 no hubo una quiebra tan drástica de tradiciones y formas de vida como la que vivieron los españoles en vísperas de la caída del régimen franquista. Aquel entonces el proceso de la destrucción y desaparición de los límites y prejuicios sociales típicos para las generaciones anteriores aún no se había marcado en la URSS, tampoco tuvo lugar el cambio total de la condición psicológica de la sociedad.
Sin embargo, la existencia permanente de un contexto cultural paralelo en la URSS durante varias décadas, el fortalecimiento de la influencia occidental y la formación del nuevo estado de subcultura juvenil estaban preparando el terreno para salir del estancamiento cultural.
Las manifestaciones artísticas de la "segunda vanguardia" en España en los años 1970-1980, encarnadas en la movida madrileña, se convirtieron en el reflejo de la ya realizada modernización social y económica en el campo cultural. En la URSS, la cultura clandestina en general y la del Leningrado en particular estaban derrubiando los pilares de la sociedad soviética, preparándola al tránsito político, económico y social. La presión del régimen y la rigidez de los marcos estaban generando cansancio y alejamiento, en especial entre los jóvenes. La nueva actividad cultural abría la salida, la posibilidad de liberarse del conformismo, de superar la presión, de desenvolverse.
La movida abarcó todos los ámbitos de la vida cultural. La revista "La Luna de Madrid" [4] se convirtió en una bocina de la movida, se refleja en las crónicas del escritor y periodista Francisco Umbral, en las canciones de Enrique Urquijo y Olvido Gara Jova, conocida como Alaska, en la pintura, gráficos y fotografías de Ceesepe, el Hortelano, Ouka Lele, Alberto García-Alix, las Costus. Los protagonistas de la movida se realizaron en varias esferas del arte. Así, Pedro Almodóvar, conocido en el mundo como director de cine, cantaba con Fabio McNamara, escribía su columna del nombre de Patty Diphusa en una revista, dibujaba cómics. El nuevo movimiento también era plenamente presente en el teatro, aunque también había un proceso opuesto - la vida en sí era teatro, y sus protagonistas más bien actuaban como si hubieran vivido la vida real. En
Вестник MmY. BvmycK 24 (710) / 2014
cuanto al cine, "está claro que Almodóvar es el cineasta de La Movida y que nadie como él ha sabido reflejar el ambiente de aquella época" [5, p. 14]. Entre las películas relacionadas con la movida hay que destacar en especial "Laberinto de pasiones" (Pedro Almodóvar, 1982). El autor habla de esta película en una conversación con Frédéric Strauss de este modo: "Esta película toca casi todos los temas que me interesan y que luego desarrollé. Además, muestra de manera bastante detallada la vida real de aquel tiempo. En "Laberinto de pasiones", rodado en la edad de oro de la movida, entre el 1977 y el 1983, están casi todos los protagonistas de este movimiento, los artistas y músicos que luego lograron éxitos importantes en sus esferas. Aunque los protagonistas principales de aquel tiempo están en el fondo, gracias a ello la película tiene un interés adicional que no se puede valorar del punto de vista puramente cinematográfico. Pero para los ciudadanos de la España moderna este aspecto hace la película el símbolo de la época" [3, c. 51].
La cultura informal de la URSS, encarnada en el movimiento de la vanguardia leningradense, también se reflejó en todas las esferas creativas. Uno de los nombres principales que reflejaron la esencia de este movimiento fue Serguei Kuriójin, responsable por "el armazón del mundo que se está creando, para que no lo confundan con algo diferente" [1, c. 196]. Las acciones del grupo "Pop-mecánica", igual que las obras de Víktor Tsoi, Boris Grebenschikov y muchos otros, formaban la cultura musical saliendo del marco de una sola esfera creativa. Los artistas Kirill Miller y Oleg Kotélnikov cambiaban las imagenes visuales de la nueva etapa cultural. El lugar del "Laberinto de pasiones" aquí lo ocupa "Ássa" (Serguei Soloviov, 1987), la película-documento que pudo captar la cara y la atmósfera de la época. En España la movida era el espejo que reflejó en la subcultura juvenil el deseo universal de la libertad, el deseo de respirar el aire fresco. Pero este deseo se encarnaba no en la aspiración a la revolución sino en la necesidad de distraerse y divertirse. La movida enseñó a expresar emociones y deseos a través de la libertad sexual, las drogas o la música, y más a menudo en la combinación de estos componentes. Los rasgos más típicos de la movida son la inclinación a la comunidad, el apego a un lugar, la conexión con la ciudad, el antiestatalismo y el apolitismo, el espíritu de la libertad y de la negación, el cosmopolitismo, copiamientos y el eclecticismo.
No se puede decir que la vanguardia leningradense, también encarnada en la subcultura juvenil, era el reflejo del deseo universal de renovación.
En este caso se puede hablar de la visualización de las contradicciones internas de la sociedad soviética: su mayor parte en aquel entonces todavía se quedaba fiel a los valores tradicionales, pero la nueva generación ya mostraba su ruptura con las normas comúnes y su emancipación espiritual. El dogma ideológico soviético no era capaz de satisfacer la necesidad de los jóvenes de autoidentificarse, lo cual provocaba la creación de nuevos puntos de referencia en cuanto a los valores. En estas condiciones el componente existencial de la vanguardia leningradense tenía, en gran medida, más fuerza que su función recreativa. A pesar de esta diferencia funcional, el contenido era similar al madrileño: el movimiento de rock, drogas, desenvoltura sexual. Aquí también se puede resaltar la tendencia al colectivismo pero con una más aguda percepción de la división a los "nuestros" y los "ajenos", a los que están en el "sistema" y a los que están fuera. En cuanto a la relación con la ciudad, aquí se realiza plenamente y se siente especialmente fuerte en Leningrado, encarnando en sí el pasado histórico de la ciudad. La vanguardia leningradense y la contracultura soviética en general, realizando plenamente tales componentes de la movida como el cosmopolitismo, el nihilismo y el eclecticismo, estaban transmitiendo en varios niveles el contexto político, para más señas, oposicionista. Si la movida pasaba la página del pasado y trataba de empezar la vida de la cultura española de una hoja en blanco, la vanguardia leningradense nunca olvidó sus raíces culturales, no perdió su conexión con la tradición, nutriéndose de la herencia de diferentes periodos de la cultura nacional.
La movida creaba una nueva estética que expresaba la libertad recobrada. Los medios de comunicación transmitían la información sobre este nuevo movimiento, complementando y perfeccionando la leyenda que se había formado en torno a él. Los políticos de izquierda percibían la movida como algo suyo. En el año 1982, el momento de su subida al poder, se podía utilizar la movida como la herramienta ideal para la ruptura completa con el pasado franquista.
La vanguardia leningradense de la segunda mitad de los 1980 era asociada con los cambios sociopolíticos globales. Las letras de canciones se compenetraban con los lemas políticos, las artes plásticas trataban de expresar las transformaciones globales en su propio idioma. Todo el país hacía constar a través de la voz de la vanguardia leningradense que "nuestros corazones exigen cambios" (de la canción "Cambios" de la banda rock "Kinó").
En el extranjero la movida se percibía como el símbolo de la modernización de España, el nuevo país democrático. En aquel tiempo los jefes de estado que visitaban España siempre preguntaban: "¿Qué es la movida?" [6, р. 12]. Un proceso similar tenía lugar en la URSS de la segunda mitad de los 1980: se actualizaban, junto a la moda por "perestroika" y la salida de isolación cultural, los contactos culturales; el arte de la vanguardia leningradense provocaba interés y deseo de cooperar de parte del occidente.La movida y la vanguardia leningradense dieron a luz una nueva cultura, siendo un soplo del aire fresco. Para los representantes de estos movimientos el periodo de la transición política era la época de la alegría, la negación de los valores y las normas comúnes. Gracias a la movida Madrid entró en moda en España y en el mundo. Madrid y la movida se convirtieron en la expresión de la nueva, la moderna España. Se puede decir lo mismo de Leningrado que concentró en sí el flujo energético de un fuerte impulso creativo. Los marginales se hicieron los héroes del nuevo tiempo en España y en la URSS. El rechazo de la subcultura juvenil del occidente, típico para la sociedad española y soviética hace muy poco, fue reemplazado por la moda universal por la negación, la insumisión y la adaptación de las nuevas formas y estilos de vida y radicalmente diferentes normas de conducta.
Como ya notamos, los nuevos movimientos culturales tenían fuertes vínculos con la atmósfera de las grandes ciudades. Hacia el año 1977 un amplio ambiente creativo se había formado en España sólo en Barcelona. Aquí bullía la vida intelectual, se creaban revistas, trabajaban los músicos, artistas, uniones teatrales. Madrid estaba más encadenado por el franquismo, y tanto más fuerza tuvo la repulsión del pasado que unió a toda una generación. La presión generó un fuerte impulso que transformó la ciudad, el modo de pensar y el estilo de vida.
El carácter soviético formó el dominio de la vanguardia leningradense en los 1980 de cara a su alternativa moscovita y su realización en otras ciudades del país. Moscú sentía la presión ideológica en mayor medida que Madrid, y aquí el componente político limitaba los recursos para realizar las nuevas tendencias.
La movida y la vanguardia leningradense tenían una fuente común de inspiración: "La Factoría" de Andy Warhol. Según nota Pedro Almodóvar, "En aquellos primeros ochenta vivíamos en una permanente factoría de Warhol. <...> Ciertos círculos de Madrid eran idénticos a ciertos círculos de Nueva York diez años después" [2, c. 5].
La música fue uno de los medios principales de expresión para la movida. Aunque las melodías no eran originales, las letras no tenían nada que ver con la poesía y la mayor parte de las bandas sólo suponían que sabían tocar, esto no importaba. Lo que sí importaba fue el estilo, la expresión, la presentación, la creación de la imagen y la diferencia radical de lo que había antes. Los jóvenes trataban de imitar a Londres y Nueva York copiando las imagenes y el sonido y rechazando con desprecio a los ídolos de la época anterior.
El eclecticismo, copiamientos, omnivoría - esta tendencia de la imitación fue universal. La movida y la vanguardia leningradense no aspiraban a la originalidad pero pudieron traer frescura en los países que la anhelaban durante tanto tiempo. El espíritu de la renovación traía al nuevo terreno lo que estuvo en la cresta de la ola europea más de un año atrás. Este mosáico ecléctico tenía relevancia aquí y ahora; la escala del retraso frente al contexto artístico occidental complicaba la sincronización de los ritmos culturales.
En España la movida dio la vuelta a la realidad pasando la página relacionada al franquismo. Todo lo nuevo que trajo, sean los colores vivos de Ceesepe, el espíritu innovador de las fotografías de Ouka Lele, la espontaneidad infantil de la ropa de Ágatha Ruíz de la Prada, los cómics de Nazario o el peinado de Alaska, se hizo el resultado de obtener la libertad verdadera, sea exterior - la libertad política - o interior. Se realizó no sólo la transición de dictadura a democracia sino la transición de una sociedad gris, entorpecida y formalizada a la otra - dinámica, creativa y viva, con todas las consecuencias correspondientes.
A mediados de los 1980 la movida estaba muriendo en la cima de su éxito pero sus símbolos seguían convirtiéndose en lo común y ya no traían ningún impulso fresco, nuevo y revolucionario, tan típico para la movida en el principio. Después de los años de su existencia, la innovación y la libertad de este movimiento decayeron en la estética del informalismo y provocaciones sin sentido acompañadas por verbenas, abuso de alcohol y drogas pesadas. Muchas historias de los protagonistas de la movida tuvieron un final trágico. Un destino similar esperaba a los protagonistas de la vanguardia leningradense.
La renovación política y cultural de los 1980 en España y en la URSS trajo grandes proyectos y esperanzas, muchos de los cuales nunca se hicieron realidad. El parlamentarismo no resultó ser tan maravilloso como se imaginaba. La revolución cultural era llevada a cabo por los jóvenes que tarde o temprano iban a enfrentarse con la realidad.
Mucho de lo que era creado por la movida y por los creadores de la vanguardia leningradense no pasó la prueba del tiempo, pero sí que ellos lograron superar el convencionalismo que entorpecía la sociedad española y soviética durante la época anterior. La libertad creativa se hizo el valor principal y incondicional durante el breve tiempo de la época de renovación. La cultura rusa y española todavía sienten el eco de los movimientos vanguardistas de los 1980, tanto en el plan estético, como en el mental. Estos movimientos marcaron la tendencia hacia la integración cultural con el occidente y trajeron el impacto de la globalización al desarrollo futuro del ambiente creativo.
La cultura española, que ya se instaló en la cultura europea en los 1980, tenía al cosmopolitismo como a su vector principal. Se puede decir lo mismo de la cultura rusa de la frontera de los 1980 y los 1990. En los 1990 empezaron a cristalizarse los cambios de generación que surgieron junto a la transición a la democracia. Hoy en día, los procesos de globalización están formando el vector básico del desarrollo de la cultura española y rusa. Tienen las mismas tendencias típicas que la cultura occidental en general.
La movida y la vanguardia leningradense trajeron la nueva atmósfera en los países que la anhelaban durante tanto tiempo, interpretaron el mundo en el espíritu de la libertad absoluta, y precisamente esto era relevante para la España de transición y para la URSS de perestroika que se estaban liberando de la carga del pasado.
СПИСОК ЛИТЕРАТУРЫ
1. Асса. Последнее поколение ленинградского авангарда: сб. материалов / сост. С. Бугаев, П. Попова. - СПб. : Невидимые структуры, 2013. - 202 с.
2. Альмодовар П. Патти Дифуса и другие тексты. - СПб. : Азбука классика, 2005. - 256 с.
3. Стросс Ф. Инервью с Педро Альмодоваром. - СПб. : Азбука-классика, 2007. - 368 с.
4. Catálogo de exposición "La Luna de Madrid y otras revistas de vanguardia de los ochenta". Area de publicaciones de Biblioteca Nacional, Coord. E. Cadaña. - Madrid : SAF, 2007. - 128 p.
5. Grijalba S. Dios salve a la movida. - Madrid : Espejo de Tinta, 2006. - 205 p.
6. Lechado J. M. La movida. Una crónica de los 80. - Madrid : Algaba, 2005. -304 p.